EL FUEGO DEL DRAGON
BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA
Nº 72 – Agosto de 2004
Editado por Carlos Alberto Iurchuk
La Plata – Argentina
"El Dragón Invisible"
http://dragoninvisible.com.ar/
Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del boletín.
OVNIs y Mutilaciones de Animales en Puerto Rico y los EE.UU.
(Tercera parte)
Jorge Martin
San Juan – Puerto Rico
Periodista e investigador OVNI
© Puerto Rico, 1995.
Todos los derechos reservados por Jorge Martín
En Puerto Rico: ¿Radiación en las mutilaciones?
En el año 1975 Puerto Rico, igual que ahora, sufrió una fuerte racha de casos de animales mutilados, especialmente ganado vacuno, ovejas, cerdos, cabros, perros y aves de corral de diferentes tipos. Estos animales aparecían con cortes profundos perfectos y limpios en sus cuerpos, a la vez que su sangre les había sido extraída también. Todo esto sucedía sin que se produjese derrame de sangre y sin que las personas cercanas se percatasen de lo que pasaba.
En algunos de estos insólitos casos de mutilaciones se pudo verificar la presencia de radiación en los lugares. Ejemplo de esto lo fue el caso de la muerte de un alto número de cabras mutiladas en los terrenos del Sr. Héctor Vega, en el municipio de Moca, al noroeste de Puerto Rico. Al investigarse el evento, el técnico instructor de radiología y miembro de la Defensa Civil, Sr. Luis Urbina, examinó el perímetro donde las cabras fueron mutiladas y muertas y su contador Geiger mostró una reacción posible de radioactividad de unos .008 a .012 roentgens.
Un caso parecido, pero con detalles más alarmantes, fue el surgido el día 6 de abril de 1975 en la residencia del Sr. Buenaventura Bello, localizada en el sector de la Urbanización Los Angeles, en Isla Verde, Carolina, en plena área metropolitana. Ese día, a eso de las 6:00 AM, el Sr. Bello despertó extrañado de no oír el ruido que hacían que unos 18 preciosos gansos adultos que tenía en su patio y que cada mañana graznaban para indicarle que ya era hora de levantarse y darles su alimento. Al levantarse, abrir la ventana de su cuarto y mirar por esta hacia el patio trasero, vio con horror un dantesco espectáculo: todos los gansos estaban aparentemente muertos y dispuestos en un gran círculo formado por sus cuerpos.
Bello, tras decirle a su entonces esposa que no mirase y no saliera, salió al patio a ver qué había pasado, y encontró que todos los gansos estaban muertos. Cada uno de ellos tenía dos heridas punzantes de ¼ de pulgada en diámetro y separadas entre sí por más o menos la misma distancia. Los orificios, que eran similares a los vistos en los animales muertos actualmente en los pueblos de Orocovis, Barranquitas, Morovis, Naranjito y Manatí, estaban en el centro de un círculo de una pulgada en diámetro en el que las plumas habían sido removidas totalmente. Al inspeccionar los gansos más detenidamente vio que parecían haber sido desangrados totalmente.
Bello no podía creer lo que sus ojos veían. ¿Cómo pudo ser esto? Toda su casa estaba rodeada de una verja muy alta, por lo que un perro o un animal similar no hubiese podido entrar al patio. Sólo 'algo' que hubiera llegado desde arriba, volado, podría haber entrado al patio. Además, las heridas visibles en los gansos no eran compatibles con las de mordidas de perros, gatos, etc., pues no eran mordeduras, ya que no había desgarraduras, sino extraños orificios en pares. Otro detalle anormal era que los cuerpos de los gansos, como ya dijimos, estaban colocados formando un círculo perfecto, lo que ningún animal haría, sólo algo inteligente haría algo así.
Bello tenía una joven perra pastor alemán que era el orgullo del matrimonio. La perra no permitía a nadie acercarse a la casa, pero sin embargo, aunque la perra estaba también en el patio con los gansos, no ladró ni mostró indicio alguno de que algo anormal ocurría. Es más, la perra, al abrir Bello la puerta, entró presurosa a la casa, gimiendo y mostrando gran temor. En los días siguientes se mostraba temerosa del patio, rehusándose a salir a éste.
Impresionado y alarmado con la situación, llamó a un vecino que trabajaba como agente encubierto en la Policía de Puerto Rico, y el agente, al ver el chocante escenario, llamó a su vez al Cuartel General de la Policía de Puerto Rico, de donde enviaron una patrulla a investigar lo sucedido. Tras hacer un examen visual de todo, el oficial policíaco que se allegó a la casa de Bello, le ordenó no entrar a su patio y llamó acto seguido por radio al cuartel general. Un rato después llegó a la casa de los Bello un personal desconocido en una guagua blanca tipo SWAT. Este personal estaba vestido de pies a cabeza con trajes blancos similares a los utilizados para protegerse de la contaminación radioactiva o bacterial. Este personal misterioso, ya que en ningún momento se identificaron, procedió a descargar del camión muchos equipos electrónicos y lo que parecían ser detectores de algún tipo y se dirigieron al patio trasero, donde estaban los gansos muertos.
Examinaron los gansos y el terreno con los equipos que llevaban y entonces, en actitud tajante, ordenaron a los esposos Bello y a los policías, que ya había varios allí, a no pasar más al traspatio. Dieron instrucciones terminantes a los policías de no permitir el paso a nadie, ni siquiera a Bello o su esposa. Mientras tanto, varias otras patrullas de la policía fueron apostadas en los alrededores de la casa del matrimonio, controlándose el acceso a la casa. Media hora más tarde, Bello recibió una llamada telefónica en su casa alegadamente de parte de un individuo que dijo representar de una universidad del sur de los EE.UU. [no identificó cual], y este individuo le pidió algunos de los gansos muertos para un alegado estudio que la universidad estaba haciendo sobre el asunto de las mutilaciones de animales en los EE.UU. y aquí en la isla. Bello dijo que sí y media hora más tarde el individuo se presentó a la residencia acompañado de otro. Ambos tenían tipo de norteamericanos, muy bien vestidos, con trajes, y bien recortados. El misterioso individuo [tampoco se identificó] recogió rápidamente dos de los gansos y los metió en una bolsa plástica, partiendo entonces con prisa del lugar.
Bello no supo quiénes eran estos individuos ni cómo se habían enterado de lo ocurrido tan pronto, pero por cosas que observó era obvio para él que estaban en comunicación con las autoridades policiales de la isla.
Según el Sr. Bello, los demás animales fueron recogidos por la policía y los hombres vestidos en trajes de anticontaminación, quienes antes de irse instalaron en el techo de su casa, en la parte que daba hacia el traspatio, una extraña cajita negra, un artefacto detector de algún tipo que alegadamente permitiría saber si lo que mató a los gansos regresaba. Días más tarde los hombres en cuestión regresaron y retiraron la misteriosa cajita negra, sin dar explicación alguna de qué era. Le aconsejaron no pasar al traspatio. Una cosa sí es cierta, para Bello, tanto los policías como los 'hombres de blanco' parecían saber con qué estaban lidiando, aunque no le explicaron nada al respecto.
Además de todo lo anterior, unos individuos vestidos de civil, que tampoco se identificaron con el Sr. Bello, pero que para él eran agentes de alguna agencia federal de los EE.UU., fueron apostados por varios días después de los hechos frente a la residencia de los Bello. El desconoce aún qué vigilaban allí. Antes de irse, uno de los agentes les aconsejó no acercarse al patio, e insistió en que lo mejor que podrían hacer era mudarse de allí, pues en el patio de la casa había algo que podía ser muy peligroso para su esposa. Rehusó decirles oficialmente qué era eso tan peligroso, pero de varias maneras les dio a entender que en el patio había una gran cantidad de radiación. De hecho, los Bello tomaron en cuenta sus consejos e hicieron arreglos para mudarse del sitio, pero en el transcurso de los días siguientes, su perra pastor alemán comenzó a mostrarse enferma, decaída, débil. Al llegar el estado del animal a un nivel alarmante Bello la llevó a un veterinario para que la examinase y éste le dijo que la perra tenía un cáncer "...que se la había comido por dentro" y que la situación no tenía remedio alguno. El veterinario aconsejó "poner a dormir al animal" para evitarle mayores sufrimientos, y Bello dio su permiso para hacerlo.
¿Cómo era posible – pensó Bello – que en unos días solamente, un animal tan bello y saludable desarrollase un cáncer terminal que arrasó su organismo? La única razón posible era la radiación potente que alegadamente había en su patio. Ahí mismo los esposos Bello decidieron mudarse del lugar.
Análisis radiológico – Heridas "cauterizadas"
Al ocurrir las mutilaciones de los gansos del Sr. Bello, el compañero investigador miembro de la entonces existente organización de investigación OVNI, CEOVNI, Ing. Sebastián Robiou, logró obtener por intermedio del Sr. Francisco Marín Gandía, copia de las radiografías tomadas a los gansos en la investigación policial y también copia del informe de la autopsia hecha a los animales por un patólogo certificado que se mantuvo anónimo. El informe del patólogo decía que los gansos habían recibido dos heridas punzantes de ¼ de pulgada en diámetro cada una, separadas entre sí ese mismo espacio. Las heridas habrían penetrado más de una pulgada dentro del cuerpo de los gansos y habían destrozado órganos internos. Lo más raro era que las heridas convergían en el interior, pero igualmente, a la vez que penetraba, lo que produjo las heridas cauterizaba las paredes de estas para evitar el derramamiento de la sangre de los animales, que había desaparecido totalmente. Este detalle sería consistente con el encontrado en los casos de las vacas en Colorado, EE.UU., investigados por Wolverton, Linda Howe y el patólogo Altshuler y muchísimos casos ocurridos a lo largo y lo ancho de todo Puerto Rico desde el año 1980 hasta recientemente, pues lo que penetró e hizo los cortes en los animales tenía que haber sido un instrumento afilado que además emitía gran calor, afectando al tejido.
Otro detalle anómalo de este tipo de casos es que en ocasiones, al tocar los dueños de los animales mutilados las secciones cortadas o tocar raros líquidos que han aparecido sobre estas, han sentido fuertes dolores en sus manos o un gran ardor que ha durado días, e incluso la piel de sus dedos ha cambiado de coloración por varios días, a la vez que se inflama. Sin embargo, la ciencia médica no ha encontrado razón para estos efectos. Igualmente, aunque los orificios que a veces aparecen en los animales durante las mutilaciones son de un tamaño pequeño, órganos enteros tales como el hígado, estómago, corazón y otros, han desaparecido del cuerpo del animal. En algunos casos se ha verificado que ¡el cerebro ha desaparecido del interior del cráneo del animal, aunque este no ha sido abierto, como en el caso de la yegua Lady!
Como ve el lector, el asunto de las mutilaciones anómalas de animales que están ocurriendo en todo el mundo no es algo que pueda despacharse fácilmente con las alegaciones que las entidades oficiales siempre dan en el sentido de que los culpables de este tipo de ataques son animales depredadores tales como coyotes, lobos, pumas, buitres o como dicen en Puerto Rico, perros o mandriles [¡¿Mandriles en Puerto Rico?!].
Estas aseveraciones simplistas podrían indicar tres cosas:
Las personas que se dedican a dar estas explicaciones adolecen de una gran ignorancia respecto a este tipo de casos, ya que desconocen hechos como los aquí presentados, y en tal caso deberíamos excusarles sus afirmaciones ya que son el producto de su ignorancia.
Son parte de un plan concertado a nivel gubernamental para engañar y manipular a la opinión pública en relación a la realidad de este asunto y su relación con, tal vez, el fenómeno OVNI [lo que no se querría oficializar, ya que tendrían que decir que los OVNIs y alienígenas son reales] o con experimentos secretos gubernamentales hechos con fines desconocidos.
Lo hacen de buena fe, aunque conocen lo anterior, intentando evitar una alarma pública. Si esto fuese la explicación para tal conducta, podríamos entenderlo, pero lo que no podemos apoyar es que muchas veces, para lograr sus fines, los representantes gubernamentales o detractores profesionales de este tipo de casos ataquen la reputación y credibilidad de los testigos de estos incidentes o de los investigadores que nos hemos dedicado a informar sobre ellos.
En este artículo hemos presentado importantes elementos de juicio a nivel científico sobre este tipo de casos, esperamos que los mismos sean analizados y tomados en cuenta por profesionales y legos en cuanto a este asunto antes de emitir opiniones apresuradas al respecto.
Bibliografía:
Mystery Stalks The Prairie – Roberta Donovan y Keith Wolverton, 1976, T.H.A.R. Institute, Raynesford, Montana, EE.UU. 59469
An Alien Harvest – Linda Moulton Howe, 1989, Linda Moulton Howe Productions, Littleton, Colorado, EE.UU.
Manifiesto OVNI de Puerto Rico, Santo Domingo y Cuba – Ing. Sebastián Robiou Lamarche, 1978, Editorial Punto y Coma, San Juan, Puerto Rico.
Periódico El Vocero, Puerto Rico – Marzo 24 de 1975.
Revista Evidencia OVNI Número 5 – CEDICOP, Inc., P.O. Box 29516, San Juan, Puerto Rico 00929 – 0516
Boletín STIGMATA – Proyecto Stigma, Texas, EE.UU.
Para más información ver el libro "La Conspiración Chupacabras", por Jorge Martín
Para comunicarse con el autor, Jorge Martin, enviar e-mail a:
Teléfono: (787) 758-0692
Correo regular:
Jorge Martin
P.O. Box 29516, San Juan,
Puerto Rico 00929-0516
Algunos aprontes discriminativos sobre casos de abducciones en Chile
(Primera parte)
Rodrigo Fuenzalida
Santiago – Chile
Uno de los aspectos más relevantes dentro de la aventura científica es aquel que tiene relación con el descubrimiento de algún patrón indicativo que nos permita dar luces ciertas sobre el fenómeno que estamos estudiando. Cuando hallamos elementos nuevos a través de largas horas de observación, y somos capaces por medio de estos matices aproximarnos a entender en mayor profundidad dicho paradigma, estamos enfrente de la solución de un nuevo reto y con esto un paso más en la aventura del conocimiento humano. Este aspecto también es perfectamente aplicable al campo de estudio de las llamadas abducciones. Por una parte surgen voces discordantes sobre el origen del fenómeno y quizás lo que más polariza y confunde son aquellas definiciones sesgadas desde dos polos contrapuestos. Una a favor de la hipótesis extraterrestre, en tanto este fenómeno sería originado por alienígenas que actuarían como científicos realizando testeos a los seres humanos en sus complejas naves en medio de la noche, y sobre todo en sectores urbanos. Por otro lado, una parte de la comunidad escéptica, quienes reducen todo el fenómeno en términos sicologistas.
Para intentar esclarecer aún más este misterio de la ufología, es preciso acercarse a este fenómeno de manera directa, estudiar varios reportes, y a partir de ahí, comenzar a estructurar las debidas hipótesis que permitan dar luces sin apasionamiento, sobre la realidad o no del fenómeno que nos preocupa. Hay críticos que han elaborado trabajos intentando explicar el fenómeno sin siquiera haber investigado casos de abducciones, sus juicios son carentes y vacíos de una real comprensión de la estructura interna de dicha experiencia, aportando en estas pseudo investigaciones solo conjeturas elaboradas a partir del prejuicio. Y no sólo me refiero a las críticas del escepticismo fanático, caracterizado por la ausencia de flexibilidad mental sino que también a quienes abiertamente explican y reducen todo a la hipótesis extraterrestre. La idea entonces de este trabajo es comenzar a entregar elementos de juicio a partir de una aproximación científica hacia este fenómeno, considerando nuestras investigaciones de campo estructuradas basándose en varios estudios de caso.
Los criterios utilizados en la selección de los sujetos de estudio radican básicamente en los reportes de las propias personas que dicen haber sido secuestradas, o que informan de haber experimentado una experiencia con ovnis de extrañas características. Estos perceptores han entregado los detalles de sus vivencias y en las primeras etapas se les ha realizado una entrevista Psiquiátrica. Cuando la experiencia sobrepasa los límites de esta disciplina (testigos externos que corroboran lo vivido por el perceptor, aparición de ovnis sobre el área del supuesto secuestro) se procede a investigar a las personas que testimoniaron el secuestro, como en las características del fenómeno observado. Estos últimos tipos de reportes son los más interesantes a mi entender, y puede que sobrepasen los límites de nuestra comprensión a la hora de exacerbar una hipótesis más convencional sobre el origen del reporte (alucinaciones, patologías, experiencias de alteración a la conciencia), entregándonos una dimensión de la realidad del fenómeno que podría encasillarse en una manifestación objetiva de un porcentaje mínimo de estos incidentes.
Este trabajo no pretende ser la aclaración misma del fenómeno, sino que es un aporte con una aproximación seria e informada sobre lo que ocurre con los secuestros en nuestro país, perspectiva que sólo es posible por medio del enfoque científico, pocas veces observado en la investigación de las llamadas abducciones. Y menos en Chile en el cual las precarias condiciones tanto organizativas, estructurales e intelectuales de algunos ufólogos, impidieron una investigación responsable y científica de un fenómeno que hoy en AION, ocupa un punto importante dentro de los proyectos que actualmente se llevan a cabo.
La relevancia del estudio de este fenómeno
Desde el minuto en el cual un conjunto de personas comienzan a reportar experiencias que comprometen sus estados emocionales, intelectuales y también físicos, estamos en presencia de una situación que se puede reducir en su apreciación más primaria a un fenómeno psico – sociológico. En algunos casos es posible establecer la influencia de la cultura en los contenidos de determinados relatos de abducción. Da la idea que es posible identificar la construcción de un argumento de secuestro extraterrestre en relatos que siguen un patrón calcado a los seriales televisivos, reportajes ufológicos, etc. En muchas de estas experiencias el componente del impacto comunicacional sobre personalidades con algunos grados de problemas, sería el origen de los probables raptos. Este tópico ya justifica la atención por parte de profesionales del área de la salud mental, y como consecuencia se requeriría identificar los componentes tanto sicólogos como sociales que puedan generar estos relatos, siendo ya desde esta óptica un problema y desafío que le compete a la disciplina del área de la salud mental (Sicología, Psiquiatría), y también del área de las ciencias sociales. Por otro lado si es posible descubrir en algunos de estos casos consecuencias medibles en términos más empíricos, como una adecuada filmación en medio de un incidente de este tipo, rastros químicos u otros en los lugares de la experiencia en los cuales la evidencia pueda ser sometida a algún análisis en laboratorio, de manera evidente sería un importante campo para las llamadas ciencias exactas. Pudiendo con esto probablemente, descubrir una realidad objetiva e independiente al protagonista de estas vivencias, dando entonces la posibilidad de comenzar a conjeturar sobre el origen externo del fenómeno situando el nivel de las hipótesis en un contexto mucho más amplio.
Entonces es posible tener en cuenta que estamos ante una potencial área de estudio, que puede comprometer muchos campos de la ciencia, y desde ya iniciativas como el cónclave sobre abducciones realizado en el Instituto Tecnológico de Massachussets, son un avance en el reconocimiento de la relevancia que este complejo fenómeno tiene en la aventura del saber humano. Sin duda y esta más que claro que lo que más está ayudando al desarrollo de esta área, es el compromiso cada vez más creciente de científicos profesionales que participan de distintos proyectos desde todo el mundo, con la finalidad de elaborar estudios y tesis acorde con un seguimiento en rigor. Muchas de estas iniciativas están siendo llevadas a cabo tras la unificación de voluntades y recursos que nos hacen evaluar favorablemente el hecho de que hay una evolución muy positiva en la forma como se está encarando hoy en día éste complejo enigma.
Revisión crítica de como se ha encarado el problema de las abducciones en Chile
Sin duda alguna se requiere una aguda crítica con relación a la investigación de este fenómeno en Chile. Los pocos grupos ufológicos amateurs de los setenta, ochenta y noventa fueron incapaces de abordar de manera seria esta problemática, había situaciones patéticas de como encarar reportes de esta naturaleza por parte de los aficionados a los ovnis. Por ejemplo, cierta vez se presenta una mujer ante uno de estos verdaderos "Clubes", señalando la existencia de estar viviendo una abducción, presentaba marcas en su cuerpo, cierta conciencia sobre su vivencia y algunas amnesias. La actitud de los "investigadores" fue escuchar y nada más, ninguna iniciativa por buscar algún sicólogo que realizase algún tipo de test, ninguna iniciativa para entrevistarla nuevamente buscando antecedentes que pudieran o no confirmar lo vivido, y menos aún deseos de realizar un trabajo de entrevistas y sondeos en el área donde la supuesta abducida decía tener dichas vivencias. Por otra parte el único filtraje que tuvieron otros ufólogos para validar el relato de otro caso de abducción era ni más ni menos que la comparación con una única experiencia acontecida en el extranjero y el haber hallado una característica en común con dicha denuncia. Es decir la veracidad del relato estaba situada en la cuasi azarosa coincidencia de que éste pudiese tener un detalle que se repetía en otra supuesta abducción. Está de más decir que también en el caso de esta abducción no había vestigio de test psicológicos implementados.
Casos tan bullados como el de Armando Valdés nunca tuvieron un seguimiento científico y menos aún un trato responsable. En esta última experiencia inclusive se le aplicó al actual Sargento Valdés, un tratamiento de electro-shock. Situación que lo deja no en las mejores condiciones psicológicas para que se le pueda implementar un trabajo de mayor rigor. La combinación entonces de varios factores impidió que algunas de estas denuncias pudiesen ser investigadas en términos de rigor científico. Siendo que hay vestigios de relatos de esta clase de experiencias en Chile desde los años 40. Cosa que sin duda es un importante antecedente con el cual es necesario profundizar en que medida los elementos entregados por la actual cultura han creado moldes que pueden ser asimilados por un porcentaje mínimo de la población. De haber experiencias con antelación a estos últimos factores, ¿qué circunstancias intervinieron en dichos procesos?
En una vivencia transcurrida en 1943, la perceptora, al observar una entidad pequeña y microcéfala, procedió a desmayarse ante el impacto de la vivencia. Al desaparecer la aparente criatura dos huellas formadas con un viscoso líquido quedaron en el lugar. ¿Es probable entonces encontrar en aquellas experiencias del pasado algo más que relatos? Sin duda alguna el prejuicio, la falta de recursos, la incapacidad y falta de visión de algunas personas que intentaron hacer ufología, permitieron que muchos de estos reportes se perdieran en el tiempo.
AION, en la actualidad está intentando llenar este vacío por medio de un proyecto denominado "ABD", coordinado por el Dr. Mario Dussuel, con la participación y apoyo de varios miembros del staff de investigadores, que en primera instancias recopilan las denuncias de casos de secuestro, y se procede a investigarlas elaborando una entrevista personal con el afectado por la supuesta experiencia, para posteriormente realizar un chequeo con el profesional requerido en esa área. Las investigaciones en algunos casos, no concluyen de inmediato, ya que se requiere de un seguimiento en el tiempo en las personas cuyas experiencias ofrecen elementos de análisis interesantes con relación a los contenidos expresados en la misma, y a las circunstancias externas que rodearon al hecho. Uno de los tópicos que también influyen dentro de lo relevante de este proyecto es el hecho de la casi nula influencia de los medios de comunicación en relación con la difusión de películas sobre abducciones en Chile, ha permitido que la hipótesis del efecto de las mismas en lo relacionado a la construcción de historias de este tipo sea muy débil. En un medio prácticamente virgen de influencias, a pesar de que en estos dos últimos años existe un notable incremento por la difusión de programas de este estilo, permite elaborar otras hipótesis con relación a los hechos.
Comúnmente y desde los Estados Unidos, sobre todo, nos llegan múltiples relatos de casos de "secuestros espectaculares", en el cual toda las evidencias están sólo circunscritas al mero relato del testigo que muchas veces asevera estar siendo víctima de más de treinta experiencias. Sin embargo a la hora de observar la consistencia interna del relato nos encontramos con una clara repetición de los contenidos proporcionados por una verdadera subcultura ufológica, que en este país a sobrepasado todo lo inimaginable. Relatos de hibridaciones extraterrestres surgen por todos lados, películas en vídeo, tiendas especializadas y un sin fin de productos, inclusive y aunque ante nuestros ojos parezca algo ridículo, la venta de disfraces de "Greys", con traje y máscara incluida, es una consecuencia bastante directa de como el medio y especialmente el consumismo ufológico ha contaminado de elementos que son asimilados por una parte importante de la población estadounidense. Este aspecto hace que sea casi muy difícil investigar un fenómeno cuyos principales elementos se hallan a veces en los contenidos internos de la propia vivencia. Las mismas, desarrolladas en un espacio como el anteriormente enunciado, deberían incentivar a una mayor exigencia, por parte de los investigadores, en la búsqueda de elementos que puedan ser contrastables científicamente. Aquí las palabras de Hynek hoy en día toman vigencia. El enunciaba que las experiencias de abducciones que más le llamaban la atención eran aquellas en las cuales existía la presencia de un "ovni real", discriminando con este detalle los reportes en que el relato es esbozado solamente a partir de un sueño, denuncias que son realizadas en la actualidad de manera frecuente. El ovni real en Chile se ha hecho presente en varios reportes de experiencias que tienen las características de abducción, esto más las denuncias en un sentido opuesto, es decir de personas que dicen estar teniendo continuas abducciones en "sueños", nos ha permitido realizar una aproximación al fenómeno considerando elementos con los cuales perfectamente es detectable, por una parte, un tipo de experiencia que puede circunscribirse dentro de la dimensión ufológica, y otras en la dimensión psicosociológica.
Parámetros diferenciadores entre la experiencia real y la imaginaria
En enero del año 1994, la ciudad de Lota se vio muy convulsionada por la aparición de objetos voladores no identificados, hubo diversos testigos involucrados en la denuncia, incluyendo miembros de un cuerpo de bomberos que observaron el paso de tres ovnis discoidales produciendo grandes destellos, afectando inclusive el paso de estos objetos los sistemas eléctricos de esta ciudad. En un retén de carabineros arriba asustado un lugareño, que perplejo y completamente estupefacto, dejó una denuncia cuya constancia se registra en el libro de novedades de dicho estamento. En la misma se señala que estando en el dormitorio de su hogar la persona en cuestión, observó un haz de luz blanco amarillenta, que entraba por su ventana en dirección hacia su persona. Perdió completamente la conciencia, hasta recobrar la misma y verse situado en el living. Exactamente el mismo día y en las horas que los ovnis eran apreciados sobre esta ciudad.
Marisa, una joven dueña de casa, dice estar continuamente siendo abducida por entidades de distintos tipos. Sus experiencias comienzan cuando era niña, mientras dormía sintió que era llevada a un ovni por criaturas rosadas. Desde ahí en adelante han sido un sinnúmero de veces en las cuales estas criaturas posibilitan lo que ella denomina una abducción en "astral", en la cual le han entregado diversos mensajes sobre el fin del mundo y aspectos semireligiosos. En uno de estos encuentros los "alienígenas", realizaron un experimento genético, producto de ello habría quedado supuestamente embarazada. Extrajeron a su criatura en "astral", y actualmente tiene una importante misión. Mas precisa, según relata, que necesita que la hipnoticen urgentemente porque en el estado de sueño tiene amnesias extrañas (¿?).
Estos dos casos anteriores son representativos de dos estilos de relatos con los cuales nos hemos enfrentado. El primer tipo de experiencias generalmente se enmarca en un contexto sumamente amplio de variables que necesariamente invita a que la investigación se realice en varios frentes, ya que están en juego muchas observaciones simultáneas de ovnis, como a su vez la denuncia por parte de un perceptor que se ve enfrentado a una experiencia anómala completamente ajena a sus códices cotidianos. Es una vivencia en que el efecto psicológico es fuerte por el hecho que la persona a vivido en forma consciente gran parte del proceso. Aquí es necesaria la aplicación de una encuesta en el área donde las observaciones ovnis testimonian el probable secuestro.
Estas vivencias generalmente son únicas, y lo que quizás acontezca es que este tipo de perceptores, si tienen acceso a algún fenómeno similar, es que la misma sea a través de alguna observación ovni nueva y no más que eso. Su personalidad se ve afectada como la de cualquier persona normal ante un hecho anómalo, y no presenta síntomas de patologías psicológicas en ningún sentido.
Los contrastes en relación a los tipos de casos como el representado por Marisa son notables, en primera instancia estas denuncias son bastante más continuas de lo que uno pudiese pensar. La curva de los relatos fue mayor cuando en un canal de televisión se presentó un sujeto desconocido en la comunidad ufológica, de un país tropical, que aseveró la existencia de mujeres embarazadas por extraterrestres en nuestro país. A la hora de proporcionar las pruebas del caso, sólo discurrió en justificaciones, demostrando con esto la total falta de rigor y exceso de fanatismo al interpretar experiencias que perfectamente caven en una explicación convencional. En la actualidad y al responder con relación a que pasó con las "evidencias" que presentaría de estos hechos, hoy en día se justifica y sin sonrojarse, con el pueril y ridículo argumento de que los científicos a cargo de la investigación quedaron tan impresionados con las "pruebas", que prefirieron hacerse los desentendidos, aseverando los mismos que dichas experiencias no serían otra cosa que embarazos espurios, es decir una clásica patología de pseudo embarazo con la finalidad de compensar psicológicamente la carencia de la afectada. Esta demás decir que precisamente la crítica principal de varios científicos radica en el sentido de la falta de evidencias en muchas experiencias de este tipo, con lo cual está más que claro que cualquier hombre de ciencia que estuviera en presencia de un descubrimiento semejante, no le haría precisamente el quite a pruebas irrefutables, sobre una situación tan extraordinariamente anormal como una criatura con características completamente anómalas, cuyo origen se sitúa en una probable explicación en una "hibridación extraterrestre".
Esta situación generó una serie de denuncias que se enmarcaban todas en el siguiente patrón:
Las denunciantes aseveran vivir estas experiencias mientras soñaban.
Dichas experiencias no cesan, y en muchas de ellas hay intercambios verbales, con contenidos que poseen elementos de la cultura informativa ufológica circundante (revistas, filmes, series etc.).
Con el transcurso de las "experiencias" aparecen contenidos sexuales.
En algunos casos y curiosamente las experiencias aumentan cuando la persona afectada entra en contacto con los investigadores.
Ausencia de observaciones ovnis reales en todo el transcurso de los secuestros.
Aparición de un rol fundamental para la secuestrada, con relación a una misión que la misma tiene con la humanidad.
Al indagar en el pasado de las "secuestradas", todas ellas vivieron en hogares disgregados, o tuvieron experiencias infantiles traumáticas.
La experiencia en estado de sueño
"Me encontraba durmiendo y me hallé en una gran sala, observé unas pequeñas criaturas, que me llevaban hacia un corredor blanco..." Berta. Junio1996.
"Mis abducciones me ocurren siempre. Es "astral", los he visto un sinnúmero de veces, inclusive en este estado me han llevado a su planeta, Venus. En el cual vi hermosos paisajes, incluyendo cascadas..." Diana. Julio 1996.
"Siempre me ocurre cuando duermo, me han secuestrado de todo tipo de seres, algunas veces son lo grises, otras unos rubios altos, inclusive se pelean por mí..." Roberta. Agosto 1993.
"Despierto muy cansada, ya que viajo con ellos y me extraen energía, cierro los ojos y de inmediato entramos en contacto y me llevan..." Rosario. Julio 1996.
Estos fragmentos relatan un aspecto interesante de como el mundo de lo onírico comienza a ser un factor fundamental en las personas que aseveran estar teniendo múltiples abducciones en los sueños. La configuración de sentidos y significados con el cual dimensionan los símbolos que emergen del inconsciente pasan a ser interpretadas como experiencias reales. En ese momento, la personalidad se transforma y experimenta una cierta sensación de satisfacción por esta vivencia, que por un instante matiza la rutina de lo cotidiano con elementos que aminoran la soledad, el vacío, trauma u otra frustración. Es aquí, en este espacio de lo subjetivo, en el cual se desarrollan los principales argumentos de la "abducción". Dependerá de la validez del mensaje o del calibre de la profecía, que la experiencia sea cada vez vivenciada como real. El dormir entonces pasa a ser para la abducida, el estado por el cual es posible alcanzar dimensiones de manera involuntaria, y entrar en contacto con entidades "extraterrestres" que proceden a manipular la psiquis y la sexualidad de la víctima de manera desproporcionada. Estos son los aspectos más destacables de este nivel en lo que personalmente considero, un tipo de vivencia situada en la dimensión psicológica, más que en la física. La mente teje argumentos acorde con los símbolos entregados por una cultura tecnológica, aquí la inteligencia extraterrestre es vista inconscientemente como el máximo modelo al cual alcanzar. Los sueños pasan a ser el subterfugio donde se expresan entonces y de manera camuflada los conceptos que la propia persona tiene sobre la creencia en extraterrestres. Y es un momento subjetivo, convertido en objetivo a veces por el propio perceptor, o por el deseo de algún investigador de andar encontrando secuestrados por extraterrestres.
Los contenidos del diálogo
Cuando aparece la fase de la comunicación, emergen en la mayor parte de estos relatos, contenidos de carácter apocalíptico. La abducida es depositaria de un conjunto de informaciones, cuyo aspecto más fuerte en la argumentación radica en lo lejos de los mandatos de Dios que el hombre se encuentra: "Ellos me hablaron que le debían pleitesía, a Jesús" y de manera enérgica recalca "Hay un sólo Dios y El los envía", Diana, junio 1996. He escogido ese fragmento ya que es representativo de varios "mensajes", asimilados en el tipo de reportes que nos encontramos analizando. Aproximadamente en un 95% de las "secuestradas" informan mensajes de esta índole. No está de más decir que de manera evidente representan estas supuestas comunicaciones, contenidos de las propias creencias de las "víctimas". Se expresan así, los supuestos espirituales de una cultura Judeocristiana, que en una simbiosis muy acomodativa con los elementos de la cultura tecnológica moderna vacía de ética, toma cuerpo y se transforma en una legítima expresión de protesta ante el cada vez más incierto futuro de la humanidad. Sin embargo estos elementos aportados a través de dichos mensajes, por lo anteriormente argumentado, están corroborando el hecho de que estas vivencias son más bien una tecnologización de los mitos religiosos de occidente, más que las informaciones proporcionadas desde el prisma de una cultura extraterrestre.